HOMBRES
Higiene: Baños o duchas diarias. Los penes no
circuncidados deberán limpiarse con mayor atención en la zona del glande,
echando hacia atrás completamente el prepucio, para evitar acumulación de
secreciones.
Consiste
en examinarse los testículos regularmente.
El cáncer de testículos, el más común entre hombres jóvenes, tiene un índice de
recuperación del 90% si se detecta a tiempo. El mejor momento para examinar los
testículos es después de un baño o una ducha, ya que la piel del escroto está
más suelta. Enrolla cada testículo entre el pulgar y los dedos, moviendo la
piel con suavidad y palpando toda la superficie en busca de cambios de textura,
tacto, tamaño y peso. Es posible que el epidídimo (una masa muy rizada de tubos
que almacenan el esperma al final del testículo) se note más duro al tocarlo,
pero no debe confundirse con un tumor.
MUJERES:
Higiene: Es recomendable limpiarse después de cada
deposición de la vagina al ano, para evitar que los gérmenes provoquen
infección genital.
En la limpieza genital diaria no conviene enjabonarse los labios
para evitar irritación de los tejidos de la vulva.
Es recomendable tomar duchas o baños regulares durante la
menstruación. No utilizar, salvo prescripción médica, irritaciones ni
desodorantes vaginales.
Después del coito, un lavado vaginal no sólo es ineficaz anticonceptiva mente hablando, sino altamente no recomendable, ya que se
destruye la flora vaginal aumentando los riesgos de infección. Cualquier
secreción extraña debe ser consultada con el médico.
Mediante el examen regular de los pechos
pueden detectarse bultos, cambios en la forma o secreciones de los pezones. La
mujer debería examinarse los pechos una vez al mes. Lo mejor es hacerlo dos o
tres días después de la menstruación, cuando es menos probable que los pechos
estén sensibles.
SEBASTIÁN CRUZ HDEZ
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